LA CABRA
Normalmente se crían en establos aunque todavía hay bastantes rebaños en estado salvaje, sobre todo en los países orientales. La leche de la cabra alimenta mucho más que la de la vaca. Las crías se llaman cabritos.
¡Cuidado! Las cabras se comen todo lo que encuentran por delante, incluso jerséis y las alfombras de casa.
El macho cabrío es el macho de la cabra y como a ella, le gusta vivir en las montañas. Son animales ágiles con adaptaciones que les permiten dar grandes saltos de roca a roca, y caer con las patas de atrás juntas. Los salvajes se alimentan de hierbas y, en las zonas más altas de las montañas, de ramas y hojas de matorral.
Se agarra con seguridad a las superficies rocosas gracias a que la parte inferior de sus pezuñas se desgasta, y crece, con facilidad.
La cabra montesa:
A la especie común en España se le llama cabra hispánica, y como el resto de las especies se caracteriza por tener una barba espesa y muy larga, y unos cuernos gruesos y marcados con anillos. Los machos, mucho mayores que las hembras, llegan a pesar 120 kilos. Sólo quedan dos variedades de cabra hispánica: la que vive en Levante y Adalucía, de cuernos triangulares, y la que hay en la sierrra de Gredos, con cuernos muy grandes y enrollados.
La cabra hispánica de Galicia desapareció en el siglo XIX, y la de los Pirineos, en el año 2000.